Eterna Roma en su legado y mi corazón

domingo, 11 de abril de 2010

Ana María

Por una pequeña senda
baja animada de la montaña
con la mirada al cielo
sin perder de vista la ladera
Lleva un cesto en la mano
sujeto firme con la diestra
mientras su mano izquierda
va arrastrando un cayado
Asoma del cesto un gato
pequeño, blanco y nervioso
mirando de un lado a otro
y suavemente maullando
Animado es el color verde
que inunda ladera y pradera
observa la bella primavera
apoyada en un tronco inerte
Vuelve su mirada hacia abajo
un pequeño perro que ladra
llama la atención de Ana María
y los cencerros de un rebaño
La toma alegre por la mano
un niño pelirrojo y risueño
que porta una flor en los labios
y la lleva a la sombra del árbol
Deja el cayado ya sentada
cruzan felices sus miradas
y sin soltar la mano al niño
dice "¿quieres jugar conmigo?

2 comentarios:

  1. muy bonito, me hizo gracia lo del gatito, es una actitud típica de los niños el llevarlos así.
    lindas imágenes genera tu poema
    saludos

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