Tengo algo que confesar,
y no culpa del pesar,
así cogido a tus lindas manos
mirando con ojos de enamorado.
¿Puedes mi miedo sentir,
a que un día te alejes de mí
y que olvides cuánto te amo?
Sigue, no sueltes mi mano.
No me abandones, mi amor
en tus brazos soy feliz,
como un niño me haces sentir,
si te marchas serás dolor.
Ahora es tiempo de observar,
de amarnos con pasión,
de entregarnos el corazón
y borrar un final.
Tengo un miedo que me mata,
si a tu espíritu no me atas
al dejar que vuele lejos,
de tus sonrisas y tus besos.
¿Puedes sentir el palpitar
del desamparo y dejar
que me vaya al olvido?
Pavor por ese destino.
Ese temor que es tan absurdo como difícil de frenar muchas veces nos apaga los momentos más preciados, hay q luchar para erradicarlo! lo único que importa es este momento los demás no nos pertenecen siquiera, ya no seremos los mismos entonces, por tanto veremos como resolver sobre la marcha cada situación. Vayamos paso a paso por la vida.
ResponderEliminarBellos versos amigos
Beso gde.
Gracias, Paula. Sensacional como siempre ;-)
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