LA PANDILLA DE PABLO
A esa hora, el bar estaba lleno. César entró mirando a todos lados y se sentó a una mesa rectangular bastante grande que había en una esquina, la única que quedaba libre. Cogió la carta y comenzó a leerla. Transcurridos un par de minutos, la dejó sobre la mesa de nuevo, junto a un periódico de deportes de ese mismo día que tenía en portada una imagen del anterior partido que el Real Madrid CF había jugado en casa.
- ¿Qué te sirvo, chaval? – preguntó el camarero.
- Ehm... – dudó un segundo y respondió – Póngame un bocadillo de lomo y tomate y una cerveza.
- Muy bien – añadió el camarero - ¿Algo más?
- Sí. – espetó César – La cuenta.
César abrió el periódico y comenzó a leerlo. Mientras tanto el camarero le trajo lo que había pedido y la nota. César dejó entonces el periódico, miró la nota y dejó sobre la mesa el dinero justo. Acto seguido comenzó a comer. Cuando terminó de comerse el bocadillo y de beberse la cerveza siguió leyendo. En ese momento entraron dos chicos y tres chicas y se acercaron a él tras pedir unas jarras de cerveza en la barra. Uno de los chicos llevaba la cabeza afeitada al cero y el otro una perilla.
Huele a futura violencia..
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