Eterna Roma en su legado y mi corazón

viernes, 5 de junio de 2009

Me despido, amada

Un día más me despido de tí, querida. Un día más debo alejarme de tí. De tus caricias y protección. Del redoblar de las campanas contemplándote hermosa a la luz del Sol. De las silenciosas y suaves noches en tu regazo. Me alejo de tí. Con dolor, rabia e impotencia. Adios, querida, adios. Mi más sentido y pesar adios hacia a tí. Nunca quiero partir, pero hoy mucho menos. Nunca jamás. Te adoro, querida. He crecido a tu lado y te he amado siempre. Te amaré hasta la muerte. Te amaré cada segundo y daré por tí cada gota de mi sangre. El amor, cariño y aprecio por tí solo será superado por el que sienta hacia un posible enamoramiento por una gran mujer. Te adoro, querida tierra mía. Tú eres mi bandera y vas dentro de mi corazón. Por siempre y siempre tuyo.

No hay comentarios:

Publicar un comentario