Eterna Roma en su legado y mi corazón

martes, 27 de julio de 2010

Caía la rosa roja (Para Sophie)

Desde el cielo caía
una roja rosa
surcando la noche
que imagen hermosa
Varios pétalos tras de sí
girando a su alrededor
que fundidos con la Luna
destellaban en carmesí
Caía lenta y suave
como una pluma al viento
caía más bella aún
que las flores de cerezo
Y aunque poco a poco
sus pétalos se perdían
la preciosa flor tornaba
cada vez más bello rojo
Y en tu mano acabó
hermosa descansando
y sus bellos pétalos
en tu pelo descansaron
La bella flor fue besada
por tus dulces labios
con amor y cariño
y al fin fue amada

sábado, 17 de julio de 2010

Escrito al desamparo

Campanas atronadoras estallarán como los truenos del desamparo al caer la hora de las brujas. La niebla será espesa como el agua del río más turbio y los rayos darán más luz que el propio Sol. Aullarán los lobos a las nubes rojas haciendo de la velada nocturna la noche de los demonios. No surgirá valentía de ningún corazón y las ánimas de los difuntos parecerán clamar venganza desde el más allá. Los árboles se mecerán con una brisa inerte mientras sus ramas quiebran con el viento. Aún así, se la podrá llamar la calma que precede a la tormenta.
Lloraré entonces en su tumba. Lloraré de horror y pena. No sabré que hacer o a quién acudir. Todo será negro como la noche y rojo como la sangre; negro y rojo como la tormenta que caerá sobre mi cuerpo allí arrodillado. Con los ojos inundados y el corazón atravesado con un puñal rebosante de veneno letal. Fuego y rabia brotarán llevándose los restos de mi vida vacía. No habrá vuelta atrás, porque sin ella nada sirve. Se marchó y no volverá jamás. Se marchó al otro lado del lago, tras el velo gris.
Postrado en el suelo, su tumba parece un lugar digno para poder seguirla. Al menos las malas lenguas sabrán que la amaba en verdad o, quizá, sea recordado como un loco suicida. No me importa. Yo la amaba en verdad y se fue dejándome sólo y sin consuelo. Dejándome peor muerte que la que ella obtuvo. De tan solo pensarlo, mi sangre será más ardiente que el fuego y más poderosa que la tormenta. Se tornará el corazón negro y se pudrirá en su odio al quemar los restos. No obtendré paz, sólo dolor...

viernes, 9 de julio de 2010

Miedo a que te alejes

Tengo algo que confesar,
y no culpa del pesar,
así cogido a tus lindas manos
mirando con ojos de enamorado.
¿Puedes mi miedo sentir,
a que un día te alejes de mí
y que olvides cuánto te amo?
Sigue, no sueltes mi mano.

No me abandones, mi amor
en tus brazos soy feliz,
como un niño me haces sentir,
si te marchas serás dolor.
Ahora es tiempo de observar,
de amarnos con pasión,
de entregarnos el corazón
y borrar un final.

Tengo un miedo que me mata,
si a tu espíritu no me atas
al dejar que vuele lejos,
de tus sonrisas y tus besos.
¿Puedes sentir el palpitar
del desamparo y dejar
que me vaya al olvido?
Pavor por ese destino.

jueves, 8 de julio de 2010

A mi amiga Paula Olivieri

Pocas han sido las palabras
entre ambos enviadas,
aún el placer no he tenido,
ni honor de haberte conocido.
Aún así me tratas con amor,
nunca tienes palabras de horror
y, ¿qué hablar de lo que escribes?,
en mi opinión, así se define.
Bien digo, con mi acierto,
enamorado estoy de tus versos,
enamorado estoy de tu talento
y no dejo cabos sueltos.
Que palabras, que pasión,
cada verso me tumba el corazón;
sea cual sea tema o color
de momento digo: eres un Sol.

Con todo mi cariño a mi admirada amiga Paula Olivieri. Jamás, de veras... Jamás dejes de escribir, ni de posar para esas bellísimas fotografías con tanto estilo, dulzura y sensualidad.

Un cariñoso beso desde "el otro lado del charco".

Mil gracias y flores ^_^