Eterna Roma en su legado y mi corazón

lunes, 3 de mayo de 2010

Oh, mi amor, mi amada

Fugaz y eterno fué
ese bello momento
hermoso encuentro
nuestro amanecer
De un día precioso
que competir intentó
con tu belleza
y la carrera perdió
Oh, mi amor
mi vida, mi sin razón
Ámame, yo te pido
hazme tu niño
Que amanezca quiero
mi vida al fin
que seas parte de mí
y yo ser tu consuelo
En tu pecho caer
sin mirar al mañana
besar tus labios
sin pensar en nada
Oh, mi amada
seamos cuento de hadas
pues estás presente
cada segundo de mi mente
Querida mía
que tus miedos mueran
ámame y vuela
que tu alma sonría
Que eterna mi felicidad
siempre a tu lado será
y no verá su final
si es color de azahar

4 comentarios:

  1. Sí, un canto al amor! jejeje. Gracia por complacer mi petición!
    No te ofendas ante mi indiscreción, pero, ¿por qué le pones más inensidad a la tristeza que al amor?
    Si tocas el alma con sntimientos menos agradables, ¿por qué no rozarla con los que sí lo son?
    Tan solo una mera opinión.

    ResponderEliminar
  2. Bueno, es como pedirle a un asturiano que prepare un plato típico de Sevilla. Quizá sepa hacerlo, pero le saldrá mejor uno de su tierra

    ResponderEliminar
  3. Siempre que el amor sea un sentimiento agradable.

    ResponderEliminar
  4. Oh, y siempre lo es. Salvo que la persona que ama haga de ese sentimiento un calvario, pues en ese momento deja de ser amor para ser dolor

    ResponderEliminar