Eterna Roma en su legado y mi corazón

miércoles, 3 de julio de 2013

Querida alma...

No importa cuanto pase... El tiempo parece haberse detenido en aquel instante, en aquel parque, con aquella canción de fondo... Aquellas miradas y, ¡maldita sea, aún eres más hermosa que entonces! Querida alma gemela...
Deseos de que nunca cambie esa extraña conexión, esa electricidad, esa chispa viva entre ambos... Que sigan llegando olas y más olas a esa orilla, contemplada desde un aislado acantilado con la mirada fija en el horizonte, pero sin observar nada en concreto. Que siga esa suave brisa que inquieta el corazón y lo acelera. Querida alma gemela...
Caminar por aquella larga calle... Esperar esa llegada que parece retrasarse en el tiempo, frenarse el reloj cuando hacías camino... Abrazos que rodean el alma. Bello. Bello todo en una noche de hace demasiado tiempo, pero que parece que todo sigue igual. El mismo brillo, la misma sonrisa, los mismos gestos... Realmente bello, querida alma gemela...
¿Puedes imaginar por un instante la luz que traes a mi existencia, "Dama del Agua"? Dime, ¿puedes imaginarlo? ¿Acaso ha sido necesario cruzar palabras en alguna ocasión entre ambos? ¿Alguna vez? Mi memoria busca, pero nada encuentra así. Feliz me hace este hecho, y espero que siempre sea así, pequeño tesoro. ¡Qué bello guiño el que aquel reloj tuyo se detuviese! Me encantas más que nunca, querida alma gemela...

A un tesoro de chica

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