Eterna Roma en su legado y mi corazón

lunes, 15 de junio de 2009

Días de locura

Días de desenfreno y dias mareo. Días de juventud y días con mal sabor de boca. Días de alcohol y días de resaca. Días de violencia y días de dolor. Días en que eres Dios y días en que eres un despojo. Días en que lo eres todo y días en que no vales un duro. Días en que todos son amigos y días en que nadie se acuerda de ti. Días en que todas son guapas y días en que no recuerdas nada.
-¿Te acuerdas de "aquella chica"?
-¿Qué chica?
-Aquella con la que bailabas
-¿Yo bailar?

-¿Te acuerdas de "aquella fiesta"?
-Recuerdo haber ido.
-¿Sólo haber ido?
-Bebí demasiado
Así todos los posibles buenos recuerdos van desapareciendo en el olvido de días y días que trancurren, ahora lejos del cáncer que supone el descontrol. Esos días en que "sexo, drogas y rock 'n' roll" era la cima de los objetivos una vez salías de casa. ¿Qué queda ahora? Tu cuerpo está destrozado. Tú cerebro se resiente. Tienes cicatrices y la gente te recuerda como un "Viva la Virgen".
A día de hoy ya te alejas de esa mala vida e intentas encaminar tu sendero, pero sigues con esa cosa en el estómago que te suplica saber que sucedió en esas lagunas de tu memoria. A quién conociste, a quién debes pedir disculpas.
Ahora levanta, hoy no tienes resaca. Anoche te pudiste controlar
Que se jodan esos días, ahora la diversión es más sana.

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