Eterna Roma en su legado y mi corazón

lunes, 16 de noviembre de 2009

No sería capaz de más

- Tienes que hacerlo así
- ¿Por qué?
- Porque lo digo yo
- Ah... Pues ya queda todo dicho
- ¿Estás enfadado?
- Pues sí
- ¿Por qué?
- Porque no es justo

No soy un puto crío. Déjame elegir. Déjame experimentar y vivir. Ya basta de darme sermones y coaccionarme. No tienes ningún derecho. Yo dejé por capricho tuyo y de tus estupideces una vocación que adoraba. Te has dedicado a planificar mi vida desde el día en que me trajísteis a este mundo. ¿Qué pasa? ¿Ya no puedes presumir de que tu hijo aprueba los examenes con buenas notas sin estudiar? Eso ya no te mola, ¿verdad? Te informaré de algo: si he derperdiciado algún tiempo en mi vida ha sido sólo culpa tuya. Porque en lugar de comprenderme y ayudarme te has dedicado a decirme "No, las cosas son así y punto". Pero ya estoy harto. Reza al cielo. Reza porque no vea luz en mi sendero, porque en el momento en que pueda observarla, tendrás noticias justas sobre mí.

No hay comentarios:

Publicar un comentario